ÁREA COLABORADORES
ÁREA CLIENTESFormación en prevención de riesgos para empleadas del hogar
La evaluación ya es obligatoria, pero la formación preventiva sigue sin activarse para las empleadas del hogar.
A pesar de que la evaluación de riesgos laborales ya es obligatoria para las personas empleadoras del hogar, la formación preventiva destinada a las trabajadoras domésticas continúa sin estar habilitada, generando un vacío en la aplicación efectiva de la normativa.
Evaluación obligatoria, pero sin formación complementaria
La evaluación de riesgos ya forma parte de las obligaciones del hogar
Desde noviembre, quienes tengan empleadas del hogar deben realizar una evaluación de riesgos laborales a través de la plataforma oficial Prevencion10.es.
Este documento identifica riesgos en tareas como limpieza, uso de químicos, manipulación de cargas, planchado o cocina, y debe entregarse a la trabajadora.
La formación preventiva, pieza esencial, sigue sin puesta en marcha
La normativa reconoce el derecho de las empleadas del hogar a recibir formación en prevención de riesgos al inicio de su actividad.
Sin embargo, la plataforma formativa prevista para garantizar este derecho continúa sin activarse, dejando sin cobertura una de las partes más importantes del sistema preventivo.
Un vacío que complica la protección real del colectivo
La ley exige formación, información y medidas
El trabajo doméstico ha sido integrado en la misma estructura de prevención que el resto de sectores laborales: evaluación de riesgos, información clara sobre peligros y formación obligatoria en prevención.
Al no existir aún la formación, la aplicación queda incompleta.
Riesgos cotidianos sin una guía formativa oficial
La ausencia de formación impide abordar adecuadamente peligros muy habituales en este trabajo:
- contacto con productos químicos irritantes
- sobrecarga física al mover pesos o hacer camas
- caídas en escaleras o superficies mojadas
- riesgos eléctricos o quemaduras en cocina y plancha
La formación oficial debía proporcionar pautas claras para evitarlos, pero las trabajadoras siguen sin acceso a ella.
Retrasos en los desarrollos previstos por la normativa
El decreto establecía que el SEPE debía habilitar la formación preventiva durante 2025, junto con otras herramientas complementarias como la guía técnica sectorial y el protocolo frente al acoso.
Ninguno de estos elementos se ha publicado todavía, lo que mantiene incompleta la protección prevista para el sector del hogar familiar.
Conclusión
Aunque la evaluación de riesgos ya es una obligación plenamente vigente y supone un avance en la protección de las empleadas del hogar, la falta de la formación preventiva impide garantizar la seguridad laboral de manera efectiva.
Sin esta herramienta fundamental, miles de trabajadoras continúan desempeñando su labor sin la formación que la normativa reconoce como derecho básico.
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